Hay muchas razones por las que algunas nuevas, brillantes, increíbles ideas no se logran cristalizar y convertirse en realidad. Una de estas poderosas razones es porque muchas veces pensamos demasiado y no actuamos.
Sucede que antes de lanzarnos a la realización de nuestra idea esperamos que todos aquellos a quienes se la comunicamos nos aplaudan, nos empujen, nos ayuden y nos admiren. Y, allí no quedamos esperando. O tal vez esperamos que todos los indicativos habidos y por haber nos garanticen que obtendremos un éxito rotundo desde el comienzo.
Cuando pensamos y pensamos y no actuamos, estamos actuando como aquella persona que desea hacer un viaje al otro lado de la ciudad, pero no lo hace porque está esperando el momento que le garantice que todos los semáforos le tocarán en verde.
El consejo es: Actué ahora, no mañana ni más tarde, ahora, en este momento. ¡Haga algo ya! Algo que lo acerque a cristalizar su idea. No espere. Actúe en este preciso minuto. Y repita esto mismo mañana y pasado y siempre. De esta forma, sin darse cuenta se acercará más y más a la realización de su idea.
No se siente a esperar las condiciones ideales, porque nunca llegarán.
No se siente a esperar que todos aprueben su idea, esto no lo logrará.
Analice, piense, evalúe, etc., pero comience a actuar. No se duerma en sus laureles. No permita que alguien más tome su idea y de verdad tome acción al respecto y como decimos informalmente “¡no deje que le coman el mandado!”.
Ponga atención a lo que dice Mark Víctor Hansen
“No espere a que todo esté perfecto. Nunca estará todo perfecto. Siempre habrá retos, obstáculos y condiciones adversas, todo, menos perfectas. Entonces ¿Qué? Comience ahora. Con cada paso que dé, usted se pondrá más y más fuerte, más y más habilidoso, más y más confiado en sí mismo y más y más exitoso”.
Por Forum Ejecutivo